martes, 15 de diciembre de 2009

Solo se ve bien con el corazón

" ..Entonces ella había forzado su tos para infligirle de todos modos remordimientos.
Así el principito, a pesar de la buena voluntad de su amor, pronto dudó de ella. Había tomado en serio palabras sin importancia, y se volvió muy desdichado.
"Debería no haberla escuchado -me confió un día-, no hay que escuchar nunca a las flores. Hay que mirarlas y olerlas. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no sabía alegrarme con ella. Esa historia de garras, que me había irritado tanto, debería haberme enternecido..."
Me confió todavía:
"No supe entonces entender nada! Debería haberla juzgado por los actos y no por las palabras. Me perfumaba y me iluminaba. Nunca debería haberme escapado! Debería haber adivinado su ternura detrás de sus pobres artimañas. Las flores son tan contradictorias ! Pero yo era demasiado joven para saber amarla.." 


Es el amor representado en una flor; una flor poco modesta, vale aclarar, y con un ego terrible.
Podría decirse que ella muestra el egoísmo también por su arrogancia al hablar pero para mi lo único que busca una flor cuando se hace la difícil es un poco más de atención.
"Un día hablando de sus cuatro espinas dijo: - Ya pueden venir los tigres con sus garras" Que inocente flor, inocente como el amor, ni los tigres comen hierbas, ni las espinas pueden defenderlas. Pero ella se creía dura, implacable e indestructible con sus armas. El amor siempre va a demostrarse sólido e inquebrantable pero si no se hace algo para mantenerlo se empieza a agrietar y termina cayendo.
No hay que escuchar al amor porque es confuso, ni el mismo se entiende! lo importante es como actúe porque en eso no se equivoca!

El Principito cansado de su flor emprende un viaje agarrado a unos pájaros que emigraban. 
"..Y, cuando regó por última vez la flor y se dispuso a ponerla al abrigo bajo su globo, descubrió que tenía ganas de llorar.
- Adiós- le dijo a la flor.
Pero ella no le respondió.
- Adiós- repitió.
La flor tosió. Pero no era a causa de su resfrío.
- He sido tonta- le dijo al fin. - Te pido perdón. Procura ser feliz.
Él se sorprendió por la ausencia de reproches. Se quedó ahí desconcertado, con el globo en el aire. No comprendía esa calma dulzura.
- Pero sí, te quiero- le dijo la flor. - No lo supiste, por mi culpa. Eso no tiene ninguna importancia. Pero tú has sido tan tonto como yo. Procura ser feliz... Deja ese globo tranquilo. Ya no lo quiero.
- Pero el viento...
- No estoy tan resfriada.... El aire fresco de la noche me hará bien. Soy una flor.
- Pero los bichos...
- Debo soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas. Parece que es hermoso. Si no, quién habrá de visitarme ? Tú estarás lejos. En cuanto a los animales grandes, no les temo. Tengo mis uñas.
Y mostraba cándidamente sus cuatro espinas. Luego agregó:
- No des más vueltas, es irritante. Has decidido partir. Vete.
Porque no quería que la viera llorar. Era una flor tan orgullosa..."

Para darle un final voy a aclarar que no todo es tan simple como parece ser: una flor orgullosa y engreida no es mas que una rosa expresando su amor incondicional; cuando pide que la protegan del viento reclama un poco de atención y en lo posible un abrazo. Pero cuando ella nota que perdió, que el Principito se va y no sabe si va a volver, entonces termina con toda esa escena y se muestra tal cual es. Una rosa sencilla que sabe que va a sufrir en soledad ..

No hay comentarios:

Publicar un comentario