miércoles, 26 de septiembre de 2012

Haters gonna hate

Hay una realidad, un contexto, una situación donde nos ubicamos. Lo ideal es que no nos guste en su totalidad. Decir NO a algo suena superador. Se le dice que NO a lo establecido y nos movemos hacia adelante, ¿hacia adelante?. Avanzamos, progresamos, nos superamos.

Permitanme dudar: ¿avanzamos, progresamos, nos superamos?. El NO tiene una contracara necesaria, el SI. Supongamos que soy una de esas personas que odian por odiar, haters gonna hate, y digo NO a lo establecido. ¿A que le digo SI?

Es muy fácil destruir, entrar a los gritos agitando palos (¿y cacerolas?) pidiendo que se vayan todos, muy 2001. ¿Pero si se van todos, quienes vienen?. Ya estamos grandes para seguir pensando que existe lo a-político.

El NO nos mueve, nos da fuerza, es la energía puesta en el cambio pero la queja por la queja, el odio por el odio, el NO por el NO mismo, es un sin sentido que se enrosca sobre si, la serpiente mordiéndose la cola. Destruir gratuitamente deja un lugar vació, si no hay una idea de construcción luego de la destrucción es, obviamente, muy peligroso.
El NO sin fundamento, la indignación sin solución no es un proceso revolucionario. No es un movimiento donde se están tratando de imponer ideas nuevas sobre ideas viejas. Es solamente odio.


"Lo único que los mueve es la envidia. No hay que tenerles miedo: la envidia de los sapos nunca pudo tapar el canto de los ruiseñores"
Eva Duarte de Perón

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